"Desde la adolescencia —decíamos— nos recibidorábamos como sumergidos en una tradición emparentado y cristiana que siempre estuvo despierta al conocimiento de lo cierto y de lo bello... Pues acertadamente, volviendo con el pensamiento a las cosas vistas y sentidas, a las personas que tratamos, tenemos la alegría de sostener que de ningún modo en los primaveras de nuestra pubertad nuestra alma se sintió ofendida por visiones, palabras y conversaciones desordenadas, y podemos, por lo tanto, adivinar prueba de la rectitud y de la delicadeza de conciencia de nuestros familiares y gente nuestra."
En el acontecimiento de la Carnación encuentra indisolublemente unidos al Hijo y a la Raíz: "Al que es su Señor y su Vanguardia y a la que, pronunciando el primer "fiat" de la nueva alianza, prefigura su condición de esposa y madre" (
Desde el tiempo del Papa Alejandro VII, mucho antes de la definición final, los teólogos no tuvieron dudas de que el privilegio estaba entre las verdades reveladas por Jehová. Finalmente el Papa Pío IX, rodeado por una espléndida multitud de cardenales y obispos, promulgó el dogma el 8 de diciembre de 1854; y el 25 de diciembre de 1863 prescribió un nuevo Oficio para todo la Iglesia Latina, por el cual decretó que se abolieran todos los demás Oficios en uso, incluido el antiguo Oficio Sicut lilium de los franciscanos y el oficio compuesto por Carlo Passaglia (aprobado el 2 de febrero de 1849).
Cada 8 de diciembre, la Iglesia celebra el dogma de Seguridad que nos revela que, por la Gracejo de Altísimo, la Virgen María fue preservada del pecado desde el momento de su concepción, es proponer desde el instante en que María comenzó la vida humana.
Y tenemos que trabajar para lavarlas y plancharlas, para sacarlas de nuestra vida con la ayuda de la Agudeza divina. Y si la tarea de vencer el mal que pueda haber en nuestro interior nos puede parecer difícil no nos desalentemos, porque también vale para nosotros aquello de para Todopoderoso ausencia hay inasequible que escuchábamos en el evangelio. María, con su oración intercesora, nos ayuda a acoger la gracia que el Señor nos otorga. Y en el dolor, la incertidumbre y la precariedad de la pandemia que aqueja al mundo, ella nos es Raíz de consuelo y de esperanza.
En oriente, las primeras celebraciones de la concepción de María se remontan al siglo VIII, mientras que en Occidente comenzaron a apropiarse a cabo a partir del siglo XI, en gran parte adecuado a la influencia de los franciscanos.
Prohibimos, bajo las penas y censuras contenidas en el Índice de los libros prohibidos, los libros en los cuales se pone en duda la mencionada sentencia, fiesta o culto conforme a ella, o se escribe o lee poco contra esas cosas de la modo que sea, como arriba queda dicho, o se contienen frase, sermones, tratados y disputas contra las mismas, editados después del decreto de Paulo V en lo alto citado, o que se editaren de la forma que sea en lo porvenir por expresamente prohibidos, ipso facto y sin Solemnidad de la Inmaculada Concepción más afirmación."
Dios es, pues, el padre de las cosas creadas; y María es la madre de las cosas recreadas. Alá es el padre a quien se debe la constitución del mundo; y María es la origen a quien se debe su restauración.
Estos muchachos y muchachas corren el peligro de perder la esperanza, porque a menudo parecen huérfanos del verdadero simpatía, que colma de significado y alegría la vida.
3. ¿Lo que a Altísimo le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? Todos respondieron: Lo que a Jehová le conviene hacer, lo que Jehová ve que es mejor hacerlo, lo hace.
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Baste pensar en el maravilla de las bodas de Chuchoá, cuando Ella se da cuenta ayer que los esposos de que faltaba el morapio.
490 Para ser la Origen del Salvador, María fue "dotada por Altísimo con dones a la medida Solemnidad de la Inmaculada Concepción de una comisión tan importante". El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la besalamano como "llena de Chispa".
Por todos nosotros, para que la celebración de la Solemnidad de actualmente nos ayude a beber continuamente de la fuente auténtica de la alegría que es la presencia de Jesús en nuestra vida. Oremos.